Siendo conciente de lo abusivo y desproporcionado que resultaría comparar la maquinaria publicitaria de una empresa inmobiliaria gringa con la de una empresa nacional, tan injusto acaso como comparar a Pixar con Alpamayo, no pude resistir la tentación de contrastar la lógica con la que se suelen producir las animaciones 3d que solemos "rendear" para mostrar las bondades de un edificio o apartamento, con aquellas producidas por las grandes multinacionales foráneas. Por eso, y dejando de lado el tema cansino de quien usa el motor de renderizado más poderoso, creo que existe en estos momentos una gran brecha que va mas allá del estilo, y que tiene que ver más con los rígidos esquemas mentales con los cuales solemos armar nuestros videos 3d.
Siendo francos, y lo digo por experiencia, cuando uno produce un video de este tipo, lo hace siguiendo el clásico guión de la cámara a ojo de peatón que va descubriendo poco a poco al nuevo edificio del barrio, el cual emerge hermoso y reluciente entre sus ya anticuados vecinitos. Arbolito de por medio fascinamos a la audiencia moviendo fantasmagóricamente una puerta, el ascensor, una pileta; cualquier cosa que logre captar aún más el imaginario de nuestro espectador. Luego, y acompañados de una sinfonía que refleje modernidad y exclusividad, iremos explorando, y conociendo de manera didáctica, cada uno de los diferentes ambientes que componen la reluciente unidad inmobiliaria.
¿Es mala esta fórmula?. En absoluto, funcionan muy bien, tan es asi que este esquema sencillo y claro en su ejecución ha permitido vender muchisimos edificios hasta el momento. Sin embargo, lo que nos ofrece el video promocional del edificio "56 Leonard Steet" de los señores Herzog y de Meuron, conforma una propuesta audiovisual que no solo resuelve la urgencia de transmitir un mensaje (compra, compra compra!!!), sino que aporta emoción y placer a nuestros sentidos gracias a las panorámicas y encuadres que logra esta animación de factura cinematográfica.
56 Leonard Street from yuta.iguchi on Vimeo.
Es bueno saber que en esta viña del Señor hay mas de una forma de hacer las cosas, a ver entonces si desde nuestras propias limitaciones logramos, en palabras de mi profesora de percepción, "romper la caja".
No hay comentarios.:
Publicar un comentario