Camino al concierto de Bocelli soltaba una ligera carcajada al leer en Selecciones una de esas clásicas bromas blancas donde explican el significado de alguna palabra, pero de manera sarcástica:
"Concierto:Programa musical en donde los intérpretes echan a perder las canciones que disfrutamos en la radio" (repique de tambores por favor, a lo stand up comedy!)
Y en verdad, esta no me parece una definición muy lejana de la realidad ya que en varios de los conciertos a los que he podido ir, la sensación de que me habían vendido gato por liebre, ese feeling secreto de que lo que uno escucha en un cd no es más que la versión cosmética de la voz de algún fulano que no es capaz de llegar a los mismos agudos que en la radio, es casi una constante con la que uno aprende a lidiar a fuerza de resignación o costumbre. Tomando en cuenta mis anteriores experiencias lo que me ocurrió en el concierto "Incanto" de Bocelli fue algo extraño.
Siendo bien franco, de música clásica y ópera no conozco gran cosa, más que algunas de aquellas canciones que Pavarotti, Carreras y Domingo hicieran populares gracias a su acertadísima asociación conocida como "Los tres tenores". Sin embargo esa partícula de cultura que poseo, no fue impedimento para que pudiera disfrutar de la mejor voz que estos oidos han podido escuchar en vivo. Esta ha sido una de las pocas veces en que he podido decir que un cantante suena mejor en concierto, siendo su versión del Nessum Dorma el tema que justificó con creces la inversión hecha al pagar la entrada. De la organización del concierto prefiero no comentar mucho. Solo diré que acomodar a la gente ubicada en VIP en sillas plásticas de cebichería, permitir que los tardones de siempre entren impunemente incluso a mitad de una canción (por suerte Andrea es ciego), ver vendedores de salchicha y gaseosa pregonando sus productos entre los asistentes como si se tratase de un partido de fulbito (¿dije que no quería comentar mucho?) fueron solo unas cuantas de las múltiples cosas que fallaron. Por suerte Bocelli es un maestrazo y su voz pudo más que la mediocridad imperante en la gente de Kandavu.
Por cierto, Teleticket hace uso de una fuente de dimensiones surrealistas para imprimir las condiciones del concierto en la parte posterior de la entrada, es decir, le han dado a la frase "cuidado con la letra pequeña" todo un nuevo significado.