jueves, 17 de septiembre de 2009

EINSENMAN YA NO HIPNOTIZA COMO ANTES



Ya no es raro escuchar noticias acerca de arquitectos del Star System cuyos proyectos de uso público son duramente criticados tanto por la población a la que atienden, como por funcionarios públicos que encuentran absurdos los costos exorbitantes de obras civiles que en el peor de los casos, están llenos de defectos constructivos y propuestas formales gratuitas. Esta vez le ha tocado el turno a Peter Einsenman y su estudio Einsenman Architects quienes actualmente tienen a su cargo la ejecución de un proyecto en España: La ciudad de la cultura de Galicia. Este proyecto, según el análisis de Plataforma Arquitectura, no ha estado exento de polémicas desde el inicio de su construcción 8 años atrás debido al alto presupuesto de inversión (500 millones de euros provenientes de dinero del estado) y una infraestructura que al parecer plantea un programa excesivo para su entorno. La crítica a Einsenman la he encontrado via Soitu.es, una web española de donde extraigo este texto que constituye el cuarto de un conjunto de reflexiones sobre este proyecto:

"Quizás de los proyectos presentados a concurso, el de Einseman Architects era el de mayor potencial técnico y formal. Me quedo con el gesto brutal del modelo inicial, libre de toda una serie de argumentaciones y alusiones de ortopédica conjunción. (...) No me voy a parar a comentar las dificultades económicas, políticas y de gestión que todo gran proyecto está condenado a sufrir. No, creo que hay asuntos, a mi modo de entender, en el proceso mucho más graves y que arruinan el proyecto desde los comienzos de su propia evolución.
El primer y más grave tropiezo es pretender estructurar un landscape desde la ortogonalidad geométrica de un nuevo revival del international style. Utilizar el mismo lenguaje para concepciones tan distintas descongela la tensión y genera una situación de absoluto y negativo desconcierto. No sé si es una cuestión de anclaje al pasado o una falta de comprensión de la evolución expresionista de los espacios, lo cierto es que, y sin ánimo de molestar a nadie, es uno de los métodos más complicados y torpes capaces de destrozar un buen proyecto.
El segundo de los aspectos, desde mi punto de vista más sangrante, es el intento de justificar el orden del proyecto desde el paralelismo con la estructura urbana de la ciudad. Este hecho respalda la tesis de que si no sabes hacer algo, es mejor que aprendas en casa. Mire usted, está recordándome al maestro Michael Jordan jugando al béisbol; si usted es el primero que no se cree su proyecto, si usted necesita una trama alusiva para poder argumentar una organización, si usted tiene tan poca fe en la fuerza de su madera es imposible que la talle. (Y las torres de John Hejduk emulando el obradoiro… supongo que Dios les perdonará porque realmente doy fe de que no saben lo que hacen).
Por último no quisiera dejar pasar el hecho de que si a todo lo comentado sumamos una pésima construcción (eximamos de esto al menos en parte al Sr. Eisenman por su forzada desvinculación de la misma), un recorte y acotación de gran parte del proyecto incluido los contactos de las cubiertas con los suelos, una triste elección de materiales y cromatismos y un ritmo de obra que deprime y desinfla cualquier emoción, podremos entender cómo se puede ser un moribundo antes de haber nacido. Dicho todo esto, y a sabiendas de haber sido enormemente duro, diré quea medida que te alejas del lugar, a medida que las texturas se entremezclan con la distancia, mirando hacia atrás y en espiral, se puede percibir una idea de skyline que te traslada a aquellas imágenes iniciales de enorme fuerza y valor gestual. (...)"

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