sábado, 27 de mayo de 2023

Aulas Efímeras: IA y los Espacios Heterotópicos Educativos

En el post anterior comenté la posibilidad de que la educación privada se uberice con el auge de las IA. Al observar su oferta una de las categorías que mejor se adaptaría al modelo de economía colaborativa son los "programas de formación continua". Estos toman la forma de cursos y talleres efímeros por lo que en la práctica constituyen espacios heterotópicos de aprendizaje.

 
Pero ¿qué son las heterotopías? Michel Foucault los define como sitios de excepción que pueden estar integrados al tejido urbano. En ellos los individuos que se hallan fuera de lo normativo se regeneran o atraviesan procesos transformativos. No obstante la característica medular de estos espacios burbuja es que "todo el mundo puede entrar pero, a decir verdad, una vez que uno entró, se da cuenta de que es una ilusión y de que no entró en ninguna parte" (Foucault, 2010, El cuerpo utópico. Las heterotopías.).
 
Vale recordar que este es un discurso construido desde las dinámicas del poder por lo que es meritorio examinar cómo dicho poder se distribuye. Como se aprecia en la imagen, el organigrama de una empresa educativa es comparable al diseño de un cohete espacial. En tierra se erige como una unidad integrada, pero al despegar una serie de exclusas se activan para facilitar su separación. Así, al llegar a su destino los astronautas solo operan en una fracción del cohete por motivos de eficiencia. De igual forma estas organizaciones poseen agentes permanentes conectados a una red interna pero burocráticamente dividida por medio de exclusas. Estas se activan de forma serial a fin de generar filtros que compartimentalizan la responsabilidad entre niveles, lo que galvaniza la posibilidad de interpelar a los subniveles y acceder a los niveles superiores.
 
Sumemos a este sistema a los profesores y alumnos, agentes efímeros en el proceso de formación continua. A ellos se les asigna el último compartimiento de la nave, es decir, el nivel heterotópico operado desde un aula física o virtual temporal. Estos individuos se encuentran fuera de la normatividad del mercado, pues ni son alumnos inscritos en los cursos de carrera, ni son docentes permanentes, por lo que la comunicación con la empresa es precaria al ser unidireccional al ingresar al sistema o bidireccional pero exclusiva con el nivel inferior de apoyo. Esto permite que ante un imponderable (financiero, externo, etc) baste con activar la exclusa del nivel más bajo para separarlos del resto de la nave, ello en tanto los niveles superiores carecen de nodos de contacto.
 
Así la vía de mayor eficiencia para la empresa es proyectar la ilusión de unidad y extenderla a estos programas, sosteniéndola durante su duración. No obstante se trata de una heterotopía dado que los agentes efímeros no pertenen a ninguna parte al ser en realidad actores prescindibles. Es en este espacio de vulnerabilidad laboral que el proceso de uberización podría florecer con el auge de las IA. 

Inteligencia Artificial y la Uberización de la Educación Peruana

El ingreso de las IA al sistema educativo peruano es un tópico cuya discusión se ha vuelto necesaria (recomiendo seguir a Paul Neira Del Ben, quien explora a profundidad el tema). No obstante, considero válido analizar el Lado B de esta disrupción tecnológica, no desde la dimensión del modelo de enseñanza si no de la del modelo de negocio que la constituye.


Por "uberización" se entiende el uso de plataformas de economía colaborativa que usan la informática para conectar a una demanda de servicios con una masa ofertante independiente y efímera. Así, la misma app digital que facilita la transacción permite calificar el servicio, acumular la data de los actores del intercambio y además impermeabilizar a las empresas de toda responsabilidad laboral, pese a ser su marca la que figura como dueña del servicio.

Pero, haciendo un ejercicio de futurología ¿en qué medida las IA abrirían el camino hacia la uberización de la educación privada? Hace varios años las instituciones educativas se enrumbaron hacia la adopción de sistemas informáticos para gestionar sus procesos internos, a la par de recolectar la información de los actores del proceso educativo. Un ejemplo de estos softwares de gestión académica es Jaguarsoft (https://jaguarsoft.pe/) que en su portal afirma contar con más de 100 clientes entre institutos superiores y colegios, autodefiniéndose como:


"Solución integral que te permitirá planificar y gestionar todos tus procesos académicos y recaudación de pagos. Desde la captación de clientes potenciales y admisión hasta el seguimiento del egresado."


Es decir estos softwares fungirían como plataformas multifunción integrando verticalmente todas las instancias del negocio educativo. A esta trancisión masiva hacia la virtualidad manejada por unas cuantas empresas de software, sumemos la normalización del uso de los contratos por locación de servicios. Estos serían usados como instrumento de reclutamiento docente al excluir de toda responsabilidad laboral a las empresas educativas al adquirir la figura de comitentes. Esto solo conduciría a sostener procesos permanentes de reclutamiento ante la necesidad de renovar el ecosistema docente dada la temporalidad efímera de los contratos, lo que implicaría además una alta rotación de personal.

Dados estos elementos y ante un mercado cada vez más competitivo, las IA podrían abrir el camino hacia la satelización del aparato educativo en plataformas como Jaguar. Al poseer carteras cautivas de instituciones educativas, el salto natural sería pasar de licenciarles software a administrar directamente todas sus funciones mediante sistemas automatizados por IA que aprovechen la arquitectura informática y legal existente. Con ello, colegios, institutos y universidades se transformarían en marcas uberizadas sin responsabilidad laboral. Cómo le comenté a Paul Neira Del Ben, quizás en la práctica su idea del Nuevo Docente esté yendo por otro camino.