sábado, 26 de mayo de 2012

PISCINA ORGANICA


Esta semana hemos estudiado algunas posibilidades de diseño para una piscina ubicada en los exteriores de una vivienda unifamiliar en Pachacamac.  El diseño en general de la casa está basado en el estilo Santa Fé, cargado de elementos de arquitectura tradicional como  grandes muros, contrafuertes, una proporción vano-muro que favorece llenos contra vacíos, y detalles sinuosos en algunos remates constructivos. 

Formalmente se decidió que la piscina, en contraste con la arquitectura de la casa, fuera de planta orgánica y trazo libre. Esto se dió frente a la necesidad de suavizar los contornos que rodean la casa, permitiéndole ganar protagonismo sin competir con la escala de los volúmenes circundantes de planta ortogonal.  Además la casa, volumétricamente hablando, posee giros en 45 grados que hemos incorporado al desarrollo de la estructura del sol y sombra, la cual posee como elemento pivot un octógono en la parte central a modo de volúmen pauta, que resuelve el cambio de giro.

Funcionalmente se plantearon tres zonas bien definidas. La piscina propiamente dicha la cual además contiene en un extremo una poza adicional a manera de jacuzzi techado. Un solarium techado por una estructura de caña, la cual nace del volumen existente de la zona BBQ, emulando sus proporciones entre crujías y alturas. Dentro de los componentes de entorno, la relación más fuerte se da justamente con el área de BBQ, al ser la zona social por excelencia de la casa, dado que allí se realizan todas las reuniones de la familia y ocasionalmente sirve como área de entretenimiento. En la parte posterior de la parrilla se ha acondicionado una pequeña área de aseo que incluye una ducha y zona de lavado de pies.

Estructuralmente la piscina sera construirá con placas de concreto armado de un espesor de 20cm, mientras que la estructura del volumen sol y sombra estará conformada por elementos de caña que oscilan entre diámetros de 15cm a 8 cm, dependiendo de si son columnas o viguetas.


Nota a parte merece el empleo del programa Sketchup como herramienta de trabajo en 3D. Me ha gustado mucho la experiencia de usar este software, tomando en cuenta la rapidez con la que permite levantar los volúmenes y la facilidad con la que se pueden importar bloques de la galería gratuita que posee Google. Me parece una muy buena alternativa para visualizar y compartir ideas con el cliente. 

domingo, 20 de mayo de 2012

Delfines murieron por fuerte impacto acústico

Fuente: El Comercio/a18/País/domingo 20 de mayo de 2010


El Comercio ha publicado el día de hoy, un informe que gira en torno a la investigación realizada por la Organización para la Conservación de los Animales Acuáticos (ORCA),  en la que señala que la causa más probable de la muerte masiva de delfines en Perú no sería viral ni ambiental, sino por intervención directa de la mano del hombre. Lo importante de esta publicación es que no es especulativa, sino que se encuentra fundamentada en una investigación científica realizada por especialistas nacionales y extranjeros. 

Fuente: El Comercio/a18/País/domingo 20 de mayo de 2010


Durante casi la primera mitad del 2012 solo una era la hipótesis oficial que manejaba el gobierno: para el Insituto del Mar (Imarpe) los varamientos eran producto de un virus similar al distémper, pese a que no se contaba con evidencia científica que sustentara dicha afirmación. Por el contrario, se descubrió que esta hipótesis estaba fundamentada en un supuesto informe de The Marine Mammal Center (TMMC) que fue finalmente desmentido, tras un reporte publicado por el semanario "Hildebrant en sus Trece" en el que el TMMC negaba su participación en el estudio mencionado. Pese a ello, Imarpe se mantuvo firme con la teoría del virus, mientras que la investigación oficial llevada a cabo por la Universidad Cayetano Heredia, quedaba estancada debido a que los reactivos de diagnóstico requeridos para descartar o identificar al supuesto virus, eran retenidos en aduanas por decisión de la Sunat. Claramente, los medios oficiales descartaron desde el inicio al factor humano (tecnología, industria) como posible causa, canalizando toda la atención del público hacia el factor ambiental o biológico, mediante noticias diarias que nos hablaban de virus marinos que amenazaban con saltar a la población humana, y la difusión de alertas sanitarias que desalentaron el consumo de pescado por temor al contagio.


Es respecto a este aspecto descartado por los medios y el gobierno que El Comercio vuelve a hacer mención en su informe de hoy: el factor humano en la muerte de los delfines. Cabe recordar que organismos gubernamentales como el  Ministerio del Ambiente (Minam) se encargaron de descartar desde un principio cualquier vínculo entre las exploraciones petroleras realizadas al norte del país y el deceso masivo de delfines, argumentando que estas exploraciones sísmicas se dieron a partir del 8 de febrero de 2012, fecha posterior al primer varamiento. Sin embargo El Comercio revela en su investigación que "según la Capitanía del Puerto de Pimentel, las empresas SK Energy y BPZ realizaron estos trabajos durante los últimos meses del 2011 y los primeros del 2012", demostrando que sí existe una coincidencia temporal entre ambos sucesos.  Afortunadamente y en paralelo, otros organismos no gubernamentales, como ORCA y Blue Voice, asumieron la tarea de investigar las posibles causas de la muerte de los delfines de manera independiente y descentralizada, dando resultados que contradicen contundentemente la versión oficial que durante cuatro meses el gobierno ha estado posicionando en los medios. En principio descarta la posibilidad de que un virus halla desencadenando una muerte masiva de estas características. Para Carlos Yaipén, médico veterinario y presidente de ORCA, los delfines analizados presentan "serias lesiones en los oídos, hemorragias y hasta fisuras". Además órganos internos que presentan burbujas de aire, de donde se desprende que la causa de muerte es un severo traumatismo acústico y embolismo gaseoso agudo, desencadenando en un síndrome de descompresión. En conclusión: MUERTE POR FUERTE IMPACTO ACÚSTICO.

Fuente: RBC/Radikales Libres



Actualizaciones
  • 22-05-12.- Imarpe ha publicado un informe en el que presume que la muerte de los delfines ocurrió de manera natural y a causa de enfermedades emergentes, descartando de manera definitiva que los decesos hallan sido producto de las exploraciones petroleras, virus o bacterias. Llama la atención, según información de El Comercio, que el análisis de Imarpe se habría hecho solamente en base a 02 delfines, lo cual podría considerarse un universo muestra bastante reducido. Más aún si tomamos en cuenta que la investigación de ORCA se realizó sobre la base de 37 cuerpos de delfines.
  • 23-05-12.- Al parecer la muestra que tomó Imarpe en base a solo 02 delfines sería insuficiente. El Comercio consultó con la Dra. Patricia Majluf, ex-viceministra de pesquería y doctora en Zoología Marina, quien tras revisar el informe de Imarpe declaró que: "La conclusión que yo saco de ese reporte es que no sabemos que mató a los delfines". Respecto al informe de ORCA también se manifestó en desacuerdo dado que "por lo menos, los reportes que se han visto no tienen ningún tipo de protocolo de cómo han hecho los análisis". 


Enlaces de interés:

jueves, 3 de mayo de 2012

Obsolescencia Arquitectónica Programada

La obsolescencia programada puede entenderse como la reducción del tiempo de vida de un bien a fin de inducir al usuario a comprar un producto nuevo en el menor plazo de tiempo posible. Una idea sencilla, pero de profundas implicancias cuando se examinan sus efectos en los sistemas de producción y consumo. Pero ¿qué hay de la arquitectura? ¿Es posible reconocer sus efectos en un ámbito del diseño que supone el compromiso de edificar estructuras habitables, en cuyo caso, la obsolescencia precoz de sus elementos esenciales (cimientos, columnas y vigas) resultaría fatal y por tanto impensable?  Quisiera ensayar una respuesta a esa interrogante.

Utilitas, venustas y firmitas, son principios básicos que asimilamos desde los primeros días en la facultad, por lo que asumimos que nuestro modus operandi consiste en la edificación de obras útiles, bellas y firmes. Un arquitecto al que se le cae la casa a los tres meses de construida, a parte de la mala publicidad que ello supone, le sobrevienen gravísimas sanciones. Sanciones que no son las mismas para el profesional que diseñó una bombilla eléctrica defectuosa o un sillón incómodo. Sin embargo, no nos apresuremos a proclamar orgullosamente nuestra inocencia e integridad. Nuestras reglas de juego podrán ser más severas,  pero eso no significa que no formemos parte del juego. Basta con salir a la calle y prestar un poco de atención para descubir que la obsolescencia arquitectónica programada ocurre cotidianamente, y que nosotros somos sus principales promotores. 

Volvamos a examinar los principios vitruvianos y reflexionemos al respecto. De los tres podemos concluir que firmitas es sagrado, y eso es no negociable. Obviamente no queremos que nuestros clientes encuentren una muerte horrible al poco tiempo de estrenar sus chalets de lujo. ¿Qué nos queda? Sencillo: venustas y utilitas son las dos variables de la ecuación que el mercado ha aprendido a manipular sutilmente con el fin de insertar a nuestros clientes dentro de un circuito de consumo perpetuo:
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     Multi-utilitas: Cuando los arquitectos del movimiento moderno popularizaron la concepción de los edificios de planta libre, se logró algo esencial: flexibilidad espacial. Pensar los edificios como objetos inmutables, provistos de elementos arquitectónicos lo suficientemente duraredos para albergar una única función, dejó de resultar del todo práctico. Ahora los edificios podían evolucionar junto con sus usuarios al soportar múltiples funciones mediante la aplicación de múltiples alternativas de distribución. Frente a este planteamiento la respuesta lógica del mercado fue proveer al usuario de herramientas que facilitaran la transformación de sus espacios de manera rápida, sencilla y reiterativa. Por ejemplo, un edificio de oficinas que debe adapatar sus instalaciones conforme la empresa prospera, y por tanto, incrementa su número de empleados. En dicho proceso de adaptación, se utilizarán un sinnúmero de puertas prefabricadas, tabiques de yeso, y baldosas acústicas. Es decir toda una gama de elementos normalizados, creados para un rápido montaje con el objetivo de ocupar los espacios en el menor tiempo posible. Ahora, la experiencia nos dice que estos elementos no poseen necesariamente una buena vejez. Su deterioro, comparado al de un muro de ladrillos o al de una puerta de madera maciza, es escandalosamente inferior. Pero, recordemos que son piezas descartables para espacios descartables. Su duración en el tiempo ha pasado a segundo plano. Dos efectos se desprenden de este principio: los espacios flexibles necesitan de arquitectos que orquesten sus distintas mutaciones; y segundo, la corta vida útil de los elementos constructivos favorece los ingresos de los grandes almacenes a los que acuden los usuarios en busca de material de reemplazo.

·        Super-venustas: Al igual que en el ámbito del diseño industrial, los arquitectos nos quemamos las pestañas produciendo diseños audaces y atractivos a fin de seducir a nuestros clientes. Es venustas pero con esteroides, donde el aspecto estético ha dejado de ser un fin para volverse un medio de propaganda, efectista pero eficiente. Nuestros canales de difusión (revistas, internet, cine, televisión) son prácticamente los mismos que utiliza cualquier línea blanca de electrodomésticos, y la finalidad es siempre la misma: convencernos de que todo lo que tenemos en casa, desde el papel tapiz hasta el sofá-cama, es obsoleto. En la práctica no somos tan distintos a las tiendas por departamento como Saga o Ripley, que ven elevar sus ventas en cada cambio de temporada. La estrategia central es siempre la misma. Vender la última tendencia en diseño utilizando el concepto de moda como herramienta de manipulación. Querrámoslo o no, parte de este negocio consiste en generar nuevas corrientes y estilos que proporcionen el combustible necesario para que el círculo virtuoso de consumo no deje de girar. Con nuestros diseños votamos a favor de una corriente determinada, las casas de acabados renuevan sus catálogos según la tendencia dominante,  nosotros direccionamos a nuestros clientes a dichas tiendas  a fin de que escogan de entre su gama de acabados, y así hasta el siguiente cambio de temporada en que el proceso se repite con un nuevo cliente. Ganamos por los dos flancos, comisionando por las ventas del almacén de acabados y recibiendo nuestros honorarios profesionales por asesorar a nuestros clientes.

Expuesto lo anterior pienso que nuestro negocio gira entorno a un ecosistema comercial similar al de los smartphones: el casco construido funciona como una “plataforma” a partir de la cual se van adquiriendo nuevas “aplicaciones”,  que caducan en la medida en que nuevas opciones aparecen. Los grandes almacenes  son como las “appstore” que ofertan una gama nutrida de productos diseñados bajos  los estatutos de la obsolescencia programada: mobiliario, puertas, enchapes, etc. Y nosotros, quizás sin proponérnoslo, somos los promotores de este sistema.